A HBO le está saliendo bien la jugada con The Last of Us. Muy bien, a decir verdad, y es que a pesar de que por la adaptación que es, se esperaba una buena acogida, con apenas un par de capítulos en el aire, ya se ha convertido en la primera sensación del año en lo que a contenidos se refiere. Y eso no se consigue solo con buen material de base.

No señor. Como bien saben en Netflix o en Amazon, la mejor base puede hacer aguas si la adaptación no está bien llevada y ya sea por crítica o público, léase por un trabajo de calidad reconocida o por el éxito de la propuesta, ya que no siempre coinciden ambos factores, el fracaso suele ser más probable que el éxito. Al menos, que el éxito pleno, el que aúna una buena crítica con el éxito del producto.

Ejemplos de esto último los hay a montones, pero por poner tres recientes, El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder fue, a la fuerza, un supuesto éxito de audiencia, al tiempo que generaba críticas encontradas allá donde pusieras el ojo o el oído; a Sandman, sin ser unánime, le acompañó más la crítica, la profesional, al menos, aunque las dudas sobra su cancelación -y, por lo tanto, sobre su éxito- estuvieron flotando durante un buen tiempo; y ¿te suena Halo?

Es cierto que no salió por estos lares, pero viene de un juego de primera línea y en ese aspecto, la de Halo sería una adaptación más comparable con The Last of Us. Y no ha sido más recibida, aunque en mi opinión no pasa del nivel de la típica serie de piratas espaciales media de Syfy: el nivel de producción es bueno, la serie es entretenida… pero si palidece en comparación con lo que es o era jugar un Halo de la época.

Tener un gran material de base no te garantiza nada y, sin embargo, casi todo el mundo parece estar encantado con la adaptación de The Last of Us, aunque cabe repetir que apenas se han emitido un par de capítulos. Pero está gustando tanto a quienes jugaron el juego, como a quienes no. Confieso que tenía mis dudas, pero, sin aspavientos, también me está gustando y encuentro el casting, de Pedro Pascal y Bella Ramsey a Anna Torv, excelente.

Ahora viene el chascarrillo, sí. Resulta que Google le ha dedicado, no un huevo de pascua, sino un hongo de pascua, a The Last of Us, cuya historia gira, como ya se sabrá, en torno a una infección por un terrible hongo que, ojo, es real, solo que no afecta a los humanos. Pero es muy, pero que muy chungo y, siguiendo lo planteado por la ficción -aunque el modus operandi varía del juego a la serie- altamente infeccioso.

¿Te interesa ver cuán infeccioso es el hongo de marras? Busca The Last of Us en Google, o entra por aquí y observa el pequeño hongo en la parte inferior de la pantalla. Y dale. Y vuelve a darle. Otra vez más… Es una tontería, sí; pero que Google se moleste en programar una tontería así demuestra el impacto que está teniendo la serie, cuando apenas ha comenzado su andadura. Ahora a ver cómo la termina.

No nos equivocábamos ayer, al mencionar los MacBook Pro, cuando nos preguntábamos por el primer gran anuncio de Apple de este recién estrenado 2023. No ha sido la única novedad, pues ya nos hemos encontrado también con las esperadas versiones Pro y Max del Apple M2, así como con un nuevo Mac mini. Así, Apple celebra el año nuevo llevando las diversas variantes de la segunda generación de su integrado para ordenadores a todos aquellos productos que todavía se mantenían en el M1.

Aunque no hemos tenido una keynote como tal, lo cierto es que Apple sí que ha publicado una presentación de alrededor de 20 minutos con todas las novedades, un formato nada común para los de Cupertino, pero que podría convertirse en lo habitual para este tipo de anuncios, demasiado trascendentes como para saldarse con un puñado de notas de prensa, pero no tanto como para organizar un evento de gran tamaño, como el que vemos todos los meses de septiembre con la presentación de las nuevas versiones del iPhone. En mi opinión han dado con un formato muy acertado.

Pero lo importante no es la presentación, lo importante es lo presentado, así que sin más vueltas vamos a ver qué nos ofrecen los nuevos MacBook Pro de 14 y de 16 pulgadas.

MacBook Pro 14 (2023): especificaciones técnicas

MacBook Pro 16 (2023): especificaciones técnicas

Sin cambios en el diseño que debutó en los MacBook Pro de 2021, basta con dar un rápido repaso a las especificaciones técnicas o, para ser más exactos, a las novedades asociadas a los M2 Pro y M2 Max, para darnos cuenta de que la renovación se ha producido en las tripas de la propuesta de Apple para los profesionales. Sin duda alguna, la clave de este salto generacional se escribe en términos de rendimiento y, a falta de poder comprobarlo personalmente, sin duda alguna se trata de un salto más que justificado.

A este respecto, Apple afirma que entre los modelos con M1 y M2 encontraremos una mejora de rendimiento de nada menos que el 20% en lo referido a la CPU, hasta un 30% si hablamos de las tareas que se apoyan en la GPU y un aplastante 40% en lo relacionado con inteligencia artificial gracias a sus núcleos Neural Engine.

En lo referido a pantallas, la única diferencia sustancial es el tamaño, claro, y por lo tanto las resoluciones nativas, que son de 3.024 x 1.964 puntos en el modelo de 14 pulgadas y de 3.456 por 2.234 puntos en el de 16. Por lo demás encontraremos el mismo panel y con las mismas prestaciones: hasta 120 hercios, un brillo de hasta brillo hasta 1.600 nits en modo HDR, contraste 1.000.000:1, 1.000 millones de colores y tecnología True Tone.

En ambos tamaños, las versiones más básicas (aunque de básicos tienen poco, en realidad) parten de los 16 gigabytes de RAM, mientras que el resto elevan el suelo hasta los 32 gigabytes y, en todos los casos, pueden escalar hasta los 96. Debemos recordar, eso sí, que en realidad hablamos de memoria unificada, por lo que la empleada por la GPU saldrá de aquí. En lo referido a almacenamiento, algo parecido, las versiones iniciales parten de los 512 gigabytes, pero a poco que avanzamos un poco en la gama vemos que se eleva hasta el terabyte (de entrada) y que, en todos los casos, podemos llegar hasta los ocho terabytes.

Si hablamos de conectividad, afortunadamente ya quedaron atrás los tiempos en los que Apple optaba por el minimalismo también en lo referido a los puertos. En estos nuevos MacBook Pro, independientemente de su tamaño, encontraremos tres puertos Thunderbolt 4 / USB-C, 1 x un conector HDMI, un puerto de carga MagSafe 3, un minijack de audio y un socorrido lector de tarjetas SDXC. Por la parte inalámbrica, se completa el kit con WiFi 6E y Bluetooth 5.3.

No hablamos, eso sí, de ordenadores baratos. Como has podido ver en las tablas de especificaciones, el punto de entrada a los MacBook Pro 14 con Apple M2 Pro es de 2.449 euros, mientras que si queremos el rendimiento del M2 Max, entonces subimos hasta los 3.749 euros, precios que suben hasta los 3.049 y los 4.199 euros respectivamente, en caso de que queramos un modelo de 16 pulgadas. ¿Te estás preguntando por el precio del tope de gama? En tal caso hablamos del MacBook Pro 16 con M2 Max con 96 gigas de memoria y ocho terabytes de almacenamiento, y si quieres hacerte con él, tendrá que ser previo desembolso de 7.649 euros. La buena noticia es que no tendrás que esperar mucho, ya que estarán disponibles (ya se pueden reservar) a partir del 24 de enero.

Apple, cuando da lo mejor de sí, revoluciona los mercados en los que tiene presencia. El MacBook Air es solo un ejemplo más de una larga lista de genialidades surgidas de Cupertino y que, con menor o mayor rapidez, han sido adoptadas por el resto de la industria. Desde dispositivos revolucionarios hasta filosofías de diseño que se han convertido en estándar de facto con el paso de los años. Guste o no guste, todo el mundo mira a Apple.

No digo, antes de que se me acuse de ello, que todo lo que hace Apple está bien hecho. Como usuario de la marca desde hace ya muchos años no tengo el menor reparo en criticarla cuando creo que han cometido un error y, como muestra, están todas mis publicaciones a lo largo de los años. En alguna ocasión ha habido quien me ha calificado de fanboy de la compañía, pero en verdad soy bastante más crítico con ello de lo que lo sería cualquier persona merecedora de tal calificativo.

El MacIntosh original, el iMac, los iBook (que fueron sucedidos por los MacBooks), el iPod, el iPhone, el iPad… la lista es bastante extensa y, en todos los casos, el resto de tecnológicas han tomado ejemplo. Y esto es muy positivo, claro, al igual que cuando se produce en dirección inversa, es decir, cuando Apple toma elementos de diseño de otras tecnológicas y los suma al diseño de sus propios productos.

Hace unos días recordábamos, por su aniversario, la presentación del primer iPhone, uno de los momentos más históricos de Steve Jobs sobre el escenario, en una presentación plagada de anécdotas de lo más interesantes, como que el prototipo empleado por Jobs fallaba más que una escopeta de feria, y que fue una gran suerte, y alivio para muchos, que finalmente saliera todo bien durante una de las keynotes de Apple más recordadas por muchos.

Y hoy celebramos otro aniversario, en este caso el del MacBook Air, que cumple 15 años. Presentado también por Steve Jobs en el escenario, Apple se jactaba en su nota de prensa de haber diseñado el ordenador portátil más delgado del mundo. Y era totalmente cierto, pues su diseño ultracompacto (dando el pistoletazo de salida a los diseños unibody) sin elementos de refrigeración activa (otra novedad que también resultaba sorprendente) permitió condensar un PC con una pantalla de 13,3 pulgadas y un teclado de tamaño completo en un cuerpo con un grosor de tan solo 1,9 centímetros, superando así el récord del Toshiba Portege R200 con sus 1,98 centímetros.

“Cuando ves por primera vez el MacBook Air, es difícil creer que es un ordenador portátil de alto rendimiento con un teclado y una pantalla de tamaño completo. Pero lo es«, dijo Jobs durante la presentación. Y era totalmente cierto, tanto que costaba creerlo, incluso cuando tuvimos la oportunidad de probarlo por primera vez, como que realmente lo era, pues recordemos que equipaba un procesador Intel Core 2 Duo de hasta 1,8 gigahercios con 4 MB de caché L2, 2 gigabytes de memoria RAM y un disco duro de 80 gigabytes. Nada, pero nada mal, si tenemos en cuenta que estamos hablando de 2008.

Lo que vino después o lo recuerdas o seguramente te lo habrás imaginado: el plantemiento de diseño del MacBook Air original empezó a calar entre la competencia, que poco a poco dio el salto a los chasis unibody, a la disipación pasiva y al aprovechamiento al máximo del espacio para ofrecer portátiles más ligeros pero en los que el rendimiento no se viera penalizado. Algo que, pocos años después, daría lugar a la especificación Ultrabook de Intel, que tanto impacto supuso en el mundo de la movilidad.

El resto de la historia ya lo conoces, el MacBook Air es uno de los productos más exitosos de la marca y, durante estos quince años, ha experimentado un sinfín de cambios y novedades. Hace un mes, por ejemplo, te contábamos que Apple está trabajando en el primer modelo de esta familia que dará el salto hasta las 15 pulgadas, además de haber sido, en junio del año pasado, uno de los dos sistemas en los que debutó el esperado chip Apple M2. Así, con 15 años a sus espaldas, y salvo sorpresas, podemos decir que al MacBook Air todavía le queda mucha vida por delante.

El primer MacBook con pantalla táctil está en desarrollo y podría llegar al mercado en un par de años, asegura el editor de Bloomberg, generalmente muy bien informado de lo que se cuece en el cuartel general de Cupertino.

Industria, consumidores y medios estamos extrañados de que una compañía como Apple no haya entrado en el mercado del convertible, que se ha convertido en un segmento muy importante dentro del gran grupo de portátiles, pero cuya oferta solo llega desde Windows. Apple lo ha intentado cubrir con los tablets iPad Pro al considerar que éstos son un reemplazo de portátiles una vez añadido accesorios como teclados y lápices ópticos. Pero claramente no son lo mismo.

Primer MacBook con pantalla táctil

El malogrado Steve Jobs no quería ver (ni en pintura) este tipo de producto en Apple porque eran «ergonómicamente horribles» y llegó a comparar los convertibles como «la combinación de una tostadora y un refrigerador». Realmente, el genio tenía sus manías y no acertaba siempre. Tampoco quería desarrollar móviles iPhone de gran tamaño, ni añadir lápices ópticos a sus dispositivos de movilidad. Y muchos años antes, en el lanzamiento del primer iPhone, se negó a incluir aplicaciones de terceros. (Si hoy viera la facturación de la App Store…)

Todas esas decisiones fueron revertidas con el tiempo. Y es que, aunque Apple ha innovado como pocos, también ha copiado la estrategia de otros y terminando por seguir el ritmo del mercado. Añadir digitalizadores a los portátiles Mac puede ser lo siguiente, lo que supondría de facto la entrada de Apple en el mercado de los convertibles.

Dice Bloomberg que hay muchos ingenieros de Apple involucrados en el proyecto, lo que indica que la compañía está considerando seriamente producir Mac que se puedan controlar con el tacto. No sabemos el tipo de diseño, si para empezar simplemente se añadirá la pantalla táctil o la compañía producirá un dispositivo completamente nuevo a modo de convertible típico con bisagras de 360 y múltiples funciones desde tablet a portátil.

Esta nueva característica estaría en línea con la renovación de los MacBook Pro para los que Apple planea usar pantallas OLED. En cuanto al sistema operativo, el primer MacBook con pantalla táctil seguiría utilizando macOS y no iOS o la variante para tablet. Ya te contaremos. ¿Comprarías un MacBook con pantalla táctil? ¿Crees que sería un impulso para la venta de portátiles o que restaría ventas a los tablets iPad Pro?