Apple podría hacer negocio con el salto a USB-C
Llevamos años a vueltas sobre las razones, o la falta de ellas, por las que Apple no termina de dar el salto a USB-C. Y es cualquier argumento que la compañía haya podido esgrimir en el pasado para defender las bondades de su propio sistema frente a este estándar quedan un tanto en entredicho en el momento en el que los de Cupertino deciden prescindir del puerto Lightning en todos los modelos de iPad. Sí USB-C es bueno para las tablets, ¿por qué no lo es también para los smartphones y para los auriculares?
En cualquier caso, esta conversación/discusión tiene fecha de caducidad, dentro de poco más de dos años. Y es que, como te contamos hace ya un par de meses, el cargador único está a punto de convertirse en una realidad en Europa. Ya solo quedan los formalismos finales, que se espera que tengan lugar entre septiembre y octubre, y luego el plazo de dos años, que se concederá a los fabricantes para que se adapten a esta nueva norma. A partir de ese momento, ni los iPhone ni los AirPods podrán seguir empleando Lightning como puerto de carga.
Aunque esta norma afecta a todos los fabricantes de este tipo de dispositivos, lo cierto es que la gran mayoría de ellos ya adoptaron USB-C en el pasado, por lo que no tendrán que preocuparse por nada. Así, casi podría decirse que, en lo referido a los smartphones, la Unión Europea ha creado esta regulación pensando específicamente en Apple y en el iPhone. Quizá en el mercado de los dumbphones todavía se puedan encontrar puertos de carga distintos, pero en el ecosistema de los smartphones, la presencia de USB-C es prácticamente universal.
Esto ya nos hizo preguntarnos cómo respondería Apple a este desafío normativo, y lo cierto es que no tiene demasiadas opciones. La primera, y sin duda más lógica, sería asumir el nuevo estándar y, en consecuencia, sustituir el puerto Lightning por un USB-C en los iPhone y en los AirPods. Sería lo más lógico, digo, pero eso no significa, necesariamente, que vaya a ser la opción elegida por Apple. Y menos aún si hay otra que puede resultar más rentable.
Ya viene sonando, desde hace mucho tiempo, la posibilidad de que Apple decida eliminar el puerto de carga y datos del iPhone, convirtiéndolo de este modo en un dispositivo 100% inalámbrico, con carga por inducción. Y según podemos leer en ZDNet, el popular y generalmente acertado analista Ming-Chi Kuo, es posible que Apple decida demorar al máximo la implantación de USB-C. En el caso de los AirPods para, llegado el momento, que probablemente sería 2024, sacar a la venta estuches de carga con capacidad USB-C para todos los modelos de AirPods,, incluso los presentados y lanzados en 2023.
¿Y qué pasa con el iPhone? Pues peor y más rentable aún. Optar exclusivamente por la carga inalámbrica, incluso si el teléfono se vende con un cargador de este tipo, podría ir asociado a la venta de cargadores para distintos contextos, como para equiparlos en los coches (en los que la carga mediante cable todavía es muy común), modelos especiales para viaje, etcétera.
Eludir y/o retrasar la adopción de USB-C sería, sin duda, una medida negativa para los usuarios, pero si los análisis y las previsiones de mercado apuntan a que este modelo puede ser más rentable, no podemos descartar que finalmente sea el camino tomado por Apple. Esperemos que no, pero todavía tardaremos un tiempo en averiguarlo.