Squoosh, un accesible y potente compresor de imágenes
Usar imágenes en Internet se ha convertido en una actividad tan cotidiana los usos y costumbres serán mil, pero hay una cosa que no ha cambiado en todo este tiempo: apurar la relación entre peso y calidad sigue siendo un requisito en muchas situaciones: por limitaciones, por ahorro, por buenas prácticas… Elige tú el motivo por el que necesitas reducir el peso de una imagen, que nosotros te recomendamos la aplicación para hacerlo.
De hecho, lo hagas muy a menudo o solo de vez en cuando, es muy probable que ya tengas tu método para rebajar lo que ocupa una imagen. Cada cual lo hará a su manera, en muchos casos, con la aplicación que que tenga a mano y sirva para ello, o con aquella que sirva para ello, conozca y sepa utilizar. Hay soluciones para todo los gustos y necesidades, pero si buscas una herramientas con la que obtener el mejor equilibrio entre calidad y peso…
Tienes que conocer a Squoosh, un aplicación web con todas las funciones que precisas, con un funcionamiento sencillo al extremo y con unos resultados de primera, aunque si te maneja con este tipo de aplicaciones de compresión de imagen, ya sabes que prácticamente todas utilizan los mismos códecs y formatos, por lo que el truco consiste en tenerlas bien actualizadas y calibrar con tino la imagen.
¿Por qué Squoosh destaca frente a tantas otras utilidades de su misma categoría? Por su accesibilidad: como hemos señalado, se trata de una aplicación web, por lo que solo tienes que entrar, arrastrar y soltar la imagen desde tu equipo…
Squoosh
No, no estás enviando la imagen a los servidores de Squoosh, que como buena aplicación web, cabe repetir añadiendo el adjetivo, trabaja en local y no envía nada fuera del navegador, excepto los datos típicos al visitar cualquier sitio web y alguna estadística adicional relacionada con el servicio, como las opciones utilizadas y el porcentaje de compresión aplicado.
Para más datos, Squoosh es una aplicación de software libre cuyo código está disponible en GitHub. Si lo prefieres, hasta la puedes ejecutar en tu propio servidor.
Por lo demás, Squoosh cuenta con las funciones que puedes ver en la imagen de muestra y las que no, porque algunas se ocultan en sus menús desplegables. A grandes rasgos se permite la utilización del formato original de la imagen o su conversión a alguno de los soportados (AVIF, JPEG, MozJPEG, PNG, WebP y variantes de estos), el escalado de la imagen, la barra de calidad y otras opciones avanzadas para retocarlo todo hasta el más mínimo detalle.
Sin embargo, con las opciones básicas, esto es, arrastrar y soltar la imagen, elegir el formato deseado y la barra de calidad, junto al la ventana partida con la previsualización del resultado en tiempo real, la gran mayoría de usuarios tendrá más que suficiente. Y si no, pues a tocar opciones, se ha dicho.
En definitiva, Squoosh es una de esas aplicaciones, herramientas, utilidades web… llámala como lo prefieras, de las que conviene tener en marcadores.