4 VPN y una alternativa para anonimizar el tráfico en Android

Las VPN para Android se han convertido en una herramienta a tener muy en cuenta, más si no se ha contratado una gran cantidad de datos para la tarifa plana móvil. En esa situación uno tiene la tentación, o incluso la necesidad, de recurrir a redes Wi-Fi públicas que por lo general son todo un peligro.

La peligrosidad de las redes Wi-Fi públicas es algo que hemos abarcado en otras entradas. En muchas ocasiones la contraseña de la red Wi-Fi está expuesta al público, por lo que cualquiera que se acerque puede obtenerla. No hace falta ser un lince para darse cuenta que, como consecuencia, es muy probable que un actor malicioso se haya hecho con la contraseña para ver si puede pillar a algún usuario incauto para robar datos sensibles y/o esparcir malware.

El motivo de por qué una VPN es una buena defensa a la hora de conectarse a redes Wi-Fi públicas es debido a que se encarga de extender una red privada a través de otra pública para permitir a los usuarios enviar y recibir datos como si sus dispositivos estuvieran conectados directamente a una red privada, consiguiendo de esta manera importantes beneficios en la funcionalidad, la seguridad y la privacidad. Exponiendo esto de forma más llana, una VPN cifra la conexión desde los dispositivos informáticos hasta los servicios web y los servidores a los que accede, ofuscando en el proceso la IP y la ubicación al canalizar el tráfico mediante un servidor proxy y evitando que terceros puedan fisgonear las actividades del usuario.

Pero además de protegerse al conectarse a unas Wi-Fi públicas que no generan confianza, las VPN también son empleadas por personas para saltarse las fuertes restricciones presentes en países como China, donde los derechos fundamentales son sistemáticamente pisoteados. Gracias a que proporcionan acceso a recursos que no son accesibles desde la red pública, son muy empleadas por los teletrabajadores y en empresas.

Viendo las utilidades que pueden tener y lo prudente que resulta su uso en ciertos contextos, vamos a mencionar cuatro soluciones de VPN y una alternativa a estas disponibles para Android que se encargan de anonimizar el tráfico y proteger los datos en esas situaciones en las que es muy probable que haya actores maliciosos esperando su oportunidad.

ExpressVPN

ExpressVPN es una solución con un potente soporte multiplataforma al soportar Windows, Mac, Linux, Routers, iOS, Android, Chromebook, Kindle Fire, dispositivos Nook, PlayStation, Apple TV, Xbox, Amazon Fire TV y Nintendo Switch. Con el fin de integrarse con los navegadores ofrece extensiones para Google Chrome y Firefox. La primera debería de soportar cualquier navegador basado en Chromium.

Un aspecto en el que parece brillar es el rendimiento, con una pérdida en la velocidad de conexión más bien escasa en comparación con la conexión directa a Internet, esa que puede estar restringida según el área geográfica o comprometida si hablamos de una Wi-Fi pública.

Otras características de ExpressVPN son que no almacena datos del usuario, un botón de la muerte y protección contra las fugas de datos. Eso sí, al menos a través de Android tiene siete días de prueba. Tras superar dicho periodo el usuario tendrá que pasar por caja, con un plan anual recomendado por la empresa que cuesta 8,14 euros al mes.

Surfshark

Surfshark es otra solución con un potente soporte multiplataforma que abarca Windows, Mac, Linux, iOS, Android, Fire TV, Firefox y Chrome (los navegadores web con extensiones). Para proteger los datos que se transmiten por su red y garantizar la privacidad ofrece cifrado AES-256-GCM y RSA-2048, conexiones simultáneas limitadas, además de secreto perfecto hacia adelante. Sus extensiones para navegadores web están diseñadas de forma que intentan evitar las filtraciones al emplear WebRTC, un proyecto de código abierto orientado a dotar a navegadores web y aplicaciones móviles de comunicación en tiempo real a través de API dedicadas.

Surfshark tiene una opción de “multisalto” a la hora de enrutar las conexiones mediante dos servidores de su red privada virtual. Además, tiene otras características como bloqueo de anuncios, bloqueo de rastreadores, acceso a un buscador que respeta la privacidad y una herramienta que rastrea la dirección de correo electrónico en listas de brechas de datos.

Surfshark también ofrece siete días de prueba y con treinta de reembolso para luego recomendar un plan bianual que cuesta 2,29 euros mensuales.

NordVPN

Al igual que las otras soluciones, NordVPN cuenta con un potente soporte multiplataforma que abarca Windows, Mac, iOS, Android, Linux, Android TV, Chrome y Firefox (obviamente, el soporte para navegadores web es cubierto mediante extensiones).

A nivel de características pone a disposición adicionalmente soporte de compartición P2P, un servicio llamado Double VPN que consiste en una segunda capa de cifrado, soporte de Tor a través de la red VPN e incluso una IP dedicada por si se ejecuta una VPN que también hace la función de servidor. En Android se ofrece 7 días de prueba y luego la empresa recomienda un plan bianual que cuesta 4,69 euros al mes durante los primeros dos años.

Un punto a tener en consideración es que la compañía tiene su sede en Finlandia, por lo que está debajo de la legislación de la Unión Europea y la aplicación directa del GDPR. Aunque no son aspectos técnicos, es importante tener presente la parte legal en servicios como estos.

Orbot Proxy con Tor para Android.

IPVanish

Y otra solución VPN con soporte para Android, además de Windows, Mac, iOS, Android, Linux, Chrome, Fire Stick, Kodi y routers. Sus responsables lo definen como un producto configurable y de uso rápido, que no gratuito (al menos en Android).

IPVanish ofrece soporte mediante correo electrónico y chat 24/7, tiene servidores ubicados en más de 75 localizaciones del mundo, acceso seguro a aplicaciones y sitios web censurados, sin límite de velocidad gracias a WireGuard, conexiones simultáneas ilimitadas, implementa estándares avanzados de cifrado, cuenta con una interfaz amigable en todas las plataformas y seguridad de antivirus avanzada con detección y eliminación de malware. Puede ser probado durante 30 días, pero solo con el plan anual, que en el primer año cuesta 39,99 dólares para pasar a 89,99 a partir del segundo año.

Como vemos, las distintas opciones que estamos mencionando tienen bastante parecido entre sí, así que sería conveniente ir agotando los periodos de prueba para ver cuál convence más.

Orbot Proxy con Tor y Tor Browser

¿Y si no se tiene dinero para pagar por un servicio de VPN? Es importante tener en consideración que Tor no puede y no intenta proteger contra el monitoreo del tráfico en los límites de la red, o lo que viene a ser lo mismo, el tráfico que entra y sale. A pesar de que sí brinda protección contra el análisis del tráfico, no puede evitar la confirmación de este en un proceso también llamado como correlación de extremo a extremo. El proveedor no es capaz de ver el tráfico que se genera al usar la red, pero sí es capaz de ver que el usuario la está usando.

Para Android hay dos formas de emplear Tor: una es recurriendo al navegador web Tor Browser, el cual lo pone fácil para navegar a través de la “red de la cebolla”, mientras que la alternativa es recurrir a Orbot Proxy con Tor, el cual es un proxy que permite indicar qué aplicaciones pasan su tráfico por la red Tor y cuenta con un modo VPN para ocultar la ubicación del usuario.

Tanto Tor Browser como Orbot Proxy con Tor son productos desarrollados oficialmente por los mantenedores de la conocida red, así que son de confianza siempre y cuando uno sea consciente de las limitaciones que arrastra en comparación con una solución de VPN.

Conclusión

Como vemos, hay soluciones más que de sobra para anonimizar el tráfico que se genera con un dispositivo Android. Cuando se trata de sistemas operativos móviles, el tener alguna solución que anonimice el tráfico es incluso más fundamental que en un equipo de sobremesa (al menos en un país occidental donde los derechos fundamentales son respetados), ya que las Wi-Fi públicas son siempre un riesgo que no hay que asumir sin protección.

Entre los servicios de VPN es preferible evitar las soluciones gratuitas, más que nada porque en esos casos el producto termina siendo el usuario en lugar del servicio junto a su aplicación. Esto quiere decir que es probable que la VPN termine suministrando publicidad dirigida o que termine recolectando datos que a saber dónde acaban después.

En caso de no poder pagar por una solución de VPN sería preferible recurrir a Tor, cuya estructura está fuertemente apoyada en el código abierto.

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